La Escuela Científica Basilio, cuenta con dos símbolos religiosos de gran importancia que son la Cruz de madera con una corona de espinas y el retrato de Jesús de Nazareth en el momento de su partida del mundo humano.
Estos símbolos nos recuerdan el sacrificio humano realizado por nuestro Maestro para dejar una huella imborrable de su misión al traer las Leyes de Dios.
Aunque estos símbolos no son necesarios para que el bien pueda actuar o asistirnos, son importantes para nosotros, los espíritus que transitamos esta experiencia humana en busca de reparar nuestros errores.
A veces necesitamos apoyos materiales para relacionarnos con la armonía mental y espiritual. Representan, el amor y el perdón, dos conceptos fundamentales en el camino hacia la paz y evolución espiritual.
En un mundo saturado de violencia y donde los sentimientos de venganza parecen nutrir a la humanidad, la necesidad de perdonar se torna más necesaria que nunca.
La Escuela Científica Basilio nos insta a considerar la urgente necesidad de perdonar. El perdón verdadero y profundo no es simplemente un acto de no responder a una ofensa con nuevos agravios, sino una herramienta para liberar el alma de la carga del resentimiento y la ira.
Para comprender el acto de perdonar, es esencial reconocer que todos los seres humanos, sin excepción, son susceptibles de cometer errores debido a las debilidades inherentes a su espíritu. Reconocer esta vulnerabilidad nos permite empatizar con los demás y entender que, si buscamos ser perdonados, también debemos estar dispuestos a perdonar.
Jesús de Nazareth, el Redentor de toda la humanidad, nos brindó un ejemplo supremo de perdón al perdonar a quienes lo juzgaron y sentenciaron injustamente a la crucifixión.
Su famosa frase, "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen," encarna la máxima expresión de comprensión y amor.
En medio de su sufrimiento, no albergó rebeldía espiritual y, en lugar de condenar, se compadeció del sufrimiento que su acción acarrearía a la humanidad.
La Cruz y el retrato de Jesús, refleja esta elevación espiritual y comprensión que Jesús encarnó. Son la representación material de la redención y el camino hacia la armonía espiritual.
El perdón, tanto el que ofrecemos como el que buscamos, surge de la necesidad de encontrar la paz interior. Nos permite dejar atrás la carga del resentimiento y la amargura, reemplazándola por la serenidad del espíritu.
Sin embargo, es importante recordar que el perdón no exime a quienes cometieron errores de asumir la responsabilidad por sus acciones. Cada uno debe corregir y enmendar las consecuencias de sus actos equivocados.
La Escuela Científica Basilio orienta a sus discípulos hacia la Enseñanza de la Redención, instándolos a mejorar sus vidas y evitar causar daño a terceros y a ellos mismos.
El perdón es un paso fundamental, pero también es esencial modificar nuestras conductas para no repetir los mismos errores.
El símbolo de la Cruz con una corona de espinas y el retrato de Jesús, trascienden las barreras religiosas y se erigen como un faro de esperanza y comprensión en el camino de la armonía espiritual.
La Escuela Científica Basilio nos invita a abrazar estos principios y caminar hacia un mundo donde el amor espiritual y el perdón sean la brújula que guíe nuestras vidas.
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