La Escuela Científica Basilio, cuyo origen y nombre se remontan a la influencia de Pedro Basilio Portal en la formación de su hijo, el cofundador Eugenio Portal, se erige como un faro de conocimiento espiritual, buscando revitalizar "La Idea Nueva" que se vio truncada en el siglo IV de la era de Jesús. El legado espiritual y la guía de Pedro Basilio se erigen como pilares fundamentales en esta institución, reflejando su influencia y dirección desde una dimensión espiritual.
El nombre "Basilio" se escogió estratégicamente para distinguir y honrar la figura guía y protectora de la Escuela, evitando similitudes y confusiones con otras corrientes religiosas, desviando la atención del nombre principal, Pedro, hacia una identidad única y espiritual.
La raíz fundamental de su fundación reside en la necesidad de restablecer el vínculo entre el ser humano y lo divino a través del culto, el conocimiento y la propagación de las enseñanzas de Jesús de Nazareth. La Escuela busca desentrañar la verdad sobre la existencia del espíritu y la causa tanto del bien como del error en sus distintas manifestaciones. La continuidad de "La Idea Nueva" y el compromiso con las Prácticas Espirituales, siguiendo las directrices del Guía de la Enseñanza, marcan su misión y propósito.
La Escuela ha evolucionado hacia la creación de una disciplina científica propia: la Ciencia Espiritual. Esta disciplina se apoya en un método científico singular, fundamentado en la actividad mental de cada discípulo de Jesús, permitiéndoles conectarse con el bien y adquirir nuevos conocimientos que son coordinados por el Director General Espiritual, transmitidos a través de orientaciones espirituales.
La institución se distingue por su dedicación al estudio, enseñanza y profundización de esta Ciencia Espiritual, lo que la lleva a ser identificada como la "Escuela Científica". No solo orienta la conducta humana, sino que también se convierte en una guía formativa para la niñez y la adolescencia, en línea con su lema: "Hacia Dios con la Verdad y la Justicia".
En términos legales, la Escuela Científica Basilio obtuvo su Personería Jurídica en 1925, cumpliendo con los requisitos legales establecidos. Se rige por un Estatuto y Reglamento que regulan las relaciones dentro de la Asociación en el ámbito material. En el plano espiritual, cuenta con un Reglamento Interno que guía las actividades de los Discípulos, Discípulos Colaboradores y Directores Espirituales, permitiendo regular sus funciones dentro de la institución.
Con más de un siglo de existencia, la Escuela Científica Basilio se ha consolidado como un faro de conocimiento espiritual, buscando perpetuar y difundir las enseñanzas de Jesús y la Ciencia Espiritual, con el fin de guiar a la humanidad hacia una comprensión más profunda de su naturaleza espiritual y su conexión con lo divino.
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